"LA LEYENDA habla de unos gemelos que poseían gran destreza en el tradicional juego de la pelota, pero cuando lo practicaban hacían tanto ruido que molestaban a los dioses de Xibalbá, quienes los desafiaron a un encuentro. Los dioses derrotaron a los gemelos y los sacrificaron (...)
Con el tiempo surgieron dos nuevos gemelos, hijos de uno de los anteriores, quienes superaban las habilidades de su padre y tío en el juego de la pelota. Los dioses también convocaron a los hermanos a un partido en Xibalbá, los derrotaron, molieron sus huesos y los echaron al río, donde los gemelos renacieron, primero como peces y después como actores itinerantes.
Los hermanos regresaron a Xibalbá en busca de venganza, para la cual concibieron una ingeniosa trampa. Simulando la muerte y resurección de uno de ellos, los hermanos Xbalanqué y Hunahpú, convencieron a los dioses de simular tal hazaña con ellos también. Sin embargo asestaron el golpe final negándose a volver a las deidades a su estado original y así derrotaron a los señores de la oscuridad de una vez y para siempre. Con el triunfo del bien sobre el mal, la Tierra finalmente estaba en condiciones para la creación de a humanidad.
Xbalanqué y Hunahpú salieron de Xibalbá como el Sol y la Luna, regalos para los mayas. Cada día, cuando esos cuerpos celestes salen y se ponen, los hermanos recrean su viaje al inframundo y su jubiloso regreso."
